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12 de junio de 2011

Lenguas en peligro de extinción

María Cueva Mantari, asháninca de la comunidad Kushibiani en Satipo, Perú

Gustavo Solís Fonseca:

«Todas las lenguas indígenas de América están en peligro de extinción»

Por Grace Gálvez Núñez

¿Puede una lengua estar en peligro de extinción como los animales o las plantas? Pues sí. Según el Instituto Lingüístico de Verano, en Perú se hablan 91 lenguas y la mayoría de ellas estarían en peligro de extinción. Esto quiere decir que, en algún momento, estas lenguas dejarán de existir y con ellas se irá parte de la cultura de un pueblo.
«Todas las lenguas indígenas de América están en peligro de extinción, unas más que otras», me dijo sentencioso el reconocido lingüista, profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y director del CILA (Centro de Investigación Lingüística Aplicada), Gustavo Solís Fonseca, quien es especialista en lenguas amerindias.
¿Las razones? A decir del intelectual, se debería a las relaciones desiguales en términos económico-sociales entre los distintos pueblos y a la enorme discriminación y racismo que ha hecho que pensemos que no existen otros y, si existen, no merecen atención. «Ahora mismo lo podemos ver en este contexto electoral: se desconoce a los otros, se minimiza, se tiene reacciones de paternalismo, se quiere lavar la conciencia propia —que es una mala conciencia— haciendo regalos que no les sirven como sociedad», agregó.
En su libro Lenguas en la amazonía peruana, Gustavo Solís enumera algunas de las razones por las cuales se ha excluido y dejado de lado a las lenguas de los pueblos amazónicos: falta de identidad como nación, prejuicios, desmerecimiento de las lenguas amazónicas por poseer pocos hablantes y además se les considera «simples dialectos» pues no tienen escritura ni gramática[1]. Lo mismo sucedería con las demás lenguas indígenas.
Como ejemplo de una lengua en grave peligro de extinción tenemos al taushiro. Amadeo García es el último taushiro y la única persona viva que habla dicha lengua. Lamentablemente, Amadeo no está casado y los cinco hijos que tuvo se separaron de su lado cuando estos eran pequeños. Entonces, en pocas palabras, el taushiro morirá cuando muera Amadeo.
Una lingüista al rescate. Juanita Pérez Ríos, quien estudió Lingüística en San Marcos, es quien viajó hasta Intuto en alto Tigre (Iquitos), donde vive Amadeo, para estudiar el taushiro y reconstruir su gramática. Así, de esta lengua quedará al menos evidencia y no desaparecerá por completo.
Pero, ¿por qué es importante que conozcamos esto? Solís Fonseca explica que si se pierde esa experiencia humana, se pierde algo que no se verá nunca más, que no se repetirá. «Por eso es importante no solamente que lo conozcamos, sino que nos comprometamos a que no desaparezca».
¿Y qué se está haciendo al respecto? «En San Marcos hay un trabajo constante para remediar estos hechos, puesto que es la única (institución) que se preocupó desde el comienzo por conocer la realidad de las lenguas peruanas y, en las últimas décadas, de las lenguas indígenas», me contó el experto.
En ese sentido, el profesor Solís anotó que en mayo culminó un diplomado en Revitalización lingüística y cultural, desarrollado por el CILA, con participantes de 15 países de América. «Tenemos a 29 personas de distintos países, desde México hasta Argentina, que se han formado en lo que vendrían a ser las estrategias y la comprensión de la revitalización (...). Se trata de hacer un trabajo que es intercultural e interdisciplinario. También se requieren las visiones de quienes no son indígenas para preservar las lenguas», manifestó.
¿Qué exactamente es la revitalización? Pues resucitarla. Es decir, volver a emplear una lengua que ya no se habla más en un pueblo. En pocas palabras: «revertir el debilitamiento para que pueda ser vital nuevamente». Una forma de hacerlo es lograr «que los padres enseñen a sus hijos las lenguas que ellos saben, de modo que no haya ninguna criatura que no tenga el derecho de heredar lo que sus padres han conocido». Si esto se logra, no habría razón para que una lengua muera.


[1] Gustavo Solís Fonseca, Lenguas en la amazonía peruana, Fondo Editorial UNMSM, Lima, Perú, 2003

4 comentarios:

  1. En el fondo, el problema es político. Son las autoridades regionales las llamadas a aplicar algunas medidas tendentes a preservar estas lenguas. Pero esto no está en su programa rapiñezco de lucrarse con el cargo.Lo que debemos hacer es,organizarnos para promover alguna política conservacionista.La autoridad política, por sí misma, jamás lo va a hacer.

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  2. Bueno, he viajado (algo), y puedo dar fe que existen formas de expresion diferentes,pero no menos importantes ya que representan un valor historico, un documento vivo que va mas halla del mero hecho de simplificarse a la comunicacion oral, sino que ejemplifican una cultura llena de tradiciones que se desvanece en el misterio que a su vez encierra cada vez que ocurre, esta forma de "seleccion natural", que lamentablemente se cumple en estos casos, debe de ser erradicada, no puede justificarse tras el hecho del no uso,su desparicion, y posterior lamento (ya que llegara) por permitir algo, que no debio suceder, hagamos votos, no porque el estado se pronuncie (nunca lo hara), sino porque gente comun, como nosotros, investiguemos al respecto,y no dejemos que esto muera, y lo divulguemos, generacion tras generacion, costara,como todo. "Idealista",tal vez, pero solo el idealismo promueve el cambio.No nos limitemos a ver como ocurren las cosas, seamos artifices y activos sociales de cambio constante, aplaudo este articulo, como todos los que publicas Grace, gracias a la vida que existen personas como tu, que aun creen, eso basta.El resto es poner manos a la obra.Saludos.

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  3. ¡Hola!

    Felicitaciones, Grace, por tu artículo.
    Yo solo quiero agregar algo.
    Hace unos días me enviaste una entrevista que le hicieron al lingüista José Luis Iturrioz, (la nota se titula Las palabras se limpian cuando limpiamos la mente, por si a alguien quisiera revisarla), en la que se menciona el tema de la exclusión y el padecimiento de los indígenas; y, que a mi parecer, se relaciona con las causas de las lenguas en extinción, según Gustavo Solís. Discriminar a los pueblos amazónicos, como a los andinos, conlleva a la discriminación y al olvido de todo lo que a ellos circunda.
    Si somos conscientes de que es el Estado el primero en esta cola de indiferencia, entonces, los que queremos aportar en algo, hagamos lo siguiente: expliquemos a toda persona que intente disminuir a estas poblaciones y a sus lenguas, la importancia de estas, y aquí parafraseo a Iturrioz: la lengua posibilita mantener los lazos culturales. La idea es que cambiemos nuestra concepción, nuestra mirada hacia estas poblaciones, que inculquemos a nuestros hijos, contándoles que estas lenguas existen desde hace siglos y que sus hablantes no son analfabetos por el hecho de que ‘aparentemente’ no hablen bien el español. Cuando dicen misa en vez de mesa, estamos presenciando una interferencia de su lengua al articular el español, como cuando los ingleses aprenden el español y dicen: ‘yo querer’.
    Por último: cuéntenle a todo el mundo que no existe ni peor ni mejor lengua.

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  4. Luis Ángel Bejarano19 de junio de 2011, 10:24

    Lo que me ha producido el texto ha sido una reacción de carácter muy emocional. Personalmente me siento afectado de que sea factible que en este mundo (el único mundo que tenemos) desaparezca una cultura por completo. Y gracias a miserables manejos de un grupito de gente en el poder. En verdad, hace falta compromiso, mucho compromiso, hacia el rescate lingüístico de estas comunidades.

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